jueves, 30 de agosto de 2007

Quizás

Quizás yo no te quiero. Quizás tan sólo creo quererte, porque quererte es fácil, como una ciruela, como la lluvia o un río. Quererte es tan evidente... Cómo no quererte.

Quizás yo te quiero. Quizás no quiero quererte, porque quererte duele. Quererte es un martillo, es precipicio, tornillo, filo, calambre, cáspita, bichos, qué tarde se hace, qué esfuerzos... Cómo voy a quererte.

miércoles, 29 de agosto de 2007

A una gata

Te amo y te temo,
y cuanto más te temo
más te deso manando por mis huecos
como lava abrasiva.
Aprenderé,
pues soy alumna aventajada,
a atenerme a tus mares turbulentos,
a todos tus vectores,
a tus vértices y vórtices y vértigos...
O al menos eso espero.
La verdad es que ahora te amo como un pájaro
a
una
gata

y te temo
como un pájaro
a una gata

viernes, 24 de agosto de 2007

Bailar

Nunca he sabido bailar bien. Y ahora que ella me enseña, me da la impresión de que cada vez lo hago peor. Bailar sola siempre había consistido en un salto hacia delante, otro hacia atrás, mis tetas que se menean, saturday night dilalala...
Ahora, dicen, bailamos muy bien. Yo no puedo creerlo. Ella me agarra por la cintura, y lentamente baja su mano hacia mi culo, y siento sus pechos aplastando los míos, y se inclina sobre mí cuando echa hacia atrás mi cabeza, abalanzando sus labios hasta prácticamente alcanzar los míos. Después me hace girar, y nuevamente me sujeta con firmeza, llevándome decididamente hacia algún lugar al que me dejo transportar casi a ciegas. Ella me ve algo perdida, me sonríe y me susurra déjate llevar. Y me dejo llevar, permitiendo que me desplace a su antojo según cierto ritmo establecido exclusivamente por su propio criterio decidido y tenaz.
Sigo realmente escéptica ante el baile. Si eso es bailar, acabamos de hacerlo horizontalmente sobre la moqueta.

lunes, 20 de agosto de 2007

Vuestro amor

Tienen razón: vuestro amor va en contra de las leyes de la naturaleza, y yo diría que además contra las leyes de la ciencia, pues es absolutamente mágico y paranormal. Ningún teólogo encontraría explicación a esa arrasdora luz que desprende su delirante rima interna.

domingo, 19 de agosto de 2007

YA

Tu incógnita me contagia del deseo de haberte resuelto hace ya tiempo. Me agoto en la impaciencia de saberme en el principio del misterio, así que reacciono precipitada y antipreliminar, me invento un ayer prescindible y un hogar espejismo en el mañana, saltando de cabeza hacia tu vulva de las catarsis, empezando la ecuación por el tejado.
Cuando fatigo mis pasos hacia tu callejón sin entrada, sus grietas filtran como gritos sospechas incontenidas sobre tu pecho. En mi viaje se me olvida hacerme vieja, cada idea sueña, cada huella me refleja constante. Acaso el tiempo me anuncie redoblando sus despertadores para que sepas que he llegado como una cuenta atrás, desnudando abiertos los ladrillos del callejón, y reposándome fácil y triunfal, fundida con tu voz, sin más distorsiones, sin más ecos.
Aún no te conozco, pero ya está ocurriendo.

sábado, 18 de agosto de 2007

Desestructura

Últimamente
me veo un poco devoradora de autoestima,
un poco indisciplinada en transcursos vitales,
quizá simplemente triste de besos hondos,
escasa de turistas en las entrañas.

Últimamente,
y tal vez ésos sean los motivos,
anestesio el énfasis en tus pestañas,
disimulo mis tesis acerca de tu influencia

en
mi
entorno
me quedo
quieta
un poco inmóvil
así parada
algo
intuyo
suena
el teléfono
y no lo cojo

Herramienta perfecta

Cualquier noche de éstas,
tu lengua
irrumpirá por un claro del ánimo,
y con la justificación de un beso
será la herramienta perfecta
para descarnar a llamaradas
el asilo desapacible
que te encuadernaba desviada,
que te suponía vacilante.