miércoles, 28 de mayo de 2008

Letargo

Y de pronto
me despierto en el mismo lugar
y en el mismo minuto.

Sigue siendo la hora exacta,
intactos los recuerdos.
Repaso una por una las esperanzas,
inmutables también en sabores no sé a qué,
y mis ojos
abiertos, abiertos como peceras irrompibles
llenos de flora marina,
dispuestos a derrochar sus cuencas.

¿Acaso he estado dormida alguna vez?