Me fui con ella a la cama y unos centímetros un poco más adentro porque con su breve melena pelirroja se me parecía a Eleanor Parker, aunque con cierta zorrería en la mirada que la hacía irresistible.
Al regreso de las profundidades del colchón, decidí dejarla cuando me dijo que no sabía quién era Eleanor Parker.
Y éste es, en líneas generales, el paradigma de mis devaneos.
sábado, 8 de diciembre de 2007
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1 comentario:
Anda, y después el pedante soy yo. :-P
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