lunes, 29 de octubre de 2007

Aproximación

Me acerco a ti, sujetando la prudencia y mi currículum, ofertando al mismo tiempo frivolidad y bagaje.

Y me acerco a ti, con premura y escote, desenredando asuntos pendientes, matizándome con cierto pudor en cada fase del proyecto.

Pero me acerco a ti, sosteniendo la praxis y la lengua fuera... Lo que necesita esta conexión es un poco más de improvisado vigor. Pero a estas alturas me retengo, y aguardo a ser desenmarañada, dispuestísima a que tú te acerques. Observa: en una serie de crónicas disparatadas e inconexas me oculto discontinua, como migajas de verosimilitud en medio de la montaña de la incoherencia. Abrazarme requiere talento de rompecabezas y confusión como destino, pero así te pretendo, ansiosa por resolver el acertijo, sin saber por dónde empezar... Y para que me quieras, yo te ayudo.

Aunque a veces me pregunto qué sentido tienen estas señales de luz metidas dentro de una botella lanzada al vacío, a qué estatua de escayola en realidad me aproximo. No sé si albergo la esperanza de que los destellos y fragmentos por azar despierten un alma lejana. No sé si intuyo la certeza de que a la larga será la mía.

3 comentarios:

Remedios de los Dolores dijo...

A veces me pregunto si esto estará bien. Luego me disculpo argumentando que son uds. quienes se exiben sin pudor, y que yo sólo pasaba por aquí y que es natural sostener la mirada a quién la lanza desafiante.
Intento reflexionar sin éxito, sobre si exponen sus intimidades como bragas en el tenderete, o si gritan sus profuctos como buhoneros andantes.
Y al final la pregunta que me lacera, la duda que me corroe es ¿qué coño pinto yo aquí?¿por qué cojones no me voy con viento fresco?¿Me ha invitado alguién a esta fiesta, en la que no veo haya cocacola?

Cat Ballou dijo...

Lo mío es un strip tease. Bailo sensualmente al son de todas estas palabras equivocadas mientras me despojo de todas estas prendas chillonas y mal combinadas para finalmente mostrar un pedazo de carne que puede que sea mío. O no. Qué coño, seguro que no, pero observen, disfruten, gocen de cómo me lo quito todo...

Remedios de los Dolores dijo...

Ah, pues si estamos invitados, ya no ha lugar a ningún cargo de conciencia.
Gracias