miércoles, 17 de octubre de 2007

Mi nombre

La verdad es que sí, me sorprendió cuando Virginia se me acercó en la cafetería y me dijo hola. Silvia se quedó boquiabierta, como todo el mundo cuando Virginia entra en algún sitio, especialmente si te saluda. La cara de Silvia tenía que ser lo más divertido en ese instante, de puro shock y alucinación. ¿Quién es esa tía salida de Venus capital con semejante abismo en el escote, cielo despejado en sus ojos y aviso de tormenta en sus caderas? Y sobre todo... ¿de qué diantres me conoce a mí? Le dediqué una sonrisa que había estado ensayando últimamente con el fin de impresionar hasta a las gacelas, pero claro, me temo que la sonrisa de Virginia podría eclipsar hasta a una confabulación de sonrisas intergalácticas.
-Hoooola -dije yo al borde del patatús.
-Perdona que te moleste, pero... ¿de qué te conozco?
Supongo que mi sonrisa pasó de "bienvenida" a "trato de ocultar mi decepción" en cuestión de segundos. Probablemente no había nada que yo no supiera acerca de Virginia. Nos habían presentado al menos tres veces. Íbamos al mismo gimnasio. Después del gimnasio, me dedicaba a seguirla hasta su casa. A veces también la seguía desde su casa al gimnasio. Un día le robé su sujetador (y no me sirve). Supongo que tendré que aceptar el hecho de que Virginia nunca se acordará de mí.
-Pues... creo que vamos al mismo gimnasio... -contesté yo, y me pareció que al hacerlo estaba pidiendo disculpas.
-Aahhh, ya- dijo ella con total indiferencia. -¿Cómo te llamas?

¿Y qué más da cómo me llame? Podría llamarme Stefi Graff, Cat Ballou, Cruella, Barbarella, da lo mismo, nunca te acordarás de mi nombre. Inventaré cualquier cosa, empiezo a desear que te alejes de mí, que no me hables, que termine este encuentro frustrante que acabarás por olvidar a los cinco minutos. Sólo quiero que te vayas para que yo pueda volver a seguirte hasta tu casa, y contemplarte en el gimnasio, y robarte las bragas en el vestuario. Definitivamente, me inventaré cualquier cosa.
-Si quieres saber mi nombre, tendrás que encontrarlo -le dije eliminando mi sonrisa y cogiendo por primera vez cierto impulso para saltar hacia quién sabe dónde.
-¿Qué? -dijo Virginia sorprendida. Silvia, a mi lado, parecía estar a punto de proyectar las órbitas de sus ojos y desparramarlas sobre el suelo de la cafetería.
-Que es mi nombre lo que no sabes. Está a dos metros de ti, pero no lo sabes. Tendrás que encontrarlo.
No funcionaba. Virginia daba media vuelta con desdén.
-¡Yo me llamo Silvia! -gritó Silvia, a la que casi le faltó añadir y mi amiga está loca.
-Encantada -respondío Virginia, casi como insultando, sin dirigirnos una mirada más, haciendo bascular su cintura mientras sus pasos la alejaban de nosotras.

Virginia jamás recordará el nombre de Silvia. El mío jamás volverá a olvidarlo. Cuando lo sepa será porque lo ha encontrado, porque lo habrá descubierto merecidamente, deletreado húmedo entre mis piernas.

8 comentarios:

Koke dijo...

La verdad, hablas de un universo que me es casi desconocido. Aunque no del todo. Sigue sorprendiéndome.

Cat Ballou dijo...

A veces creo que ese universo (más bien micro-cosmos) se escapa absolutamente de mi comprensión y en realidad no sé nada sobre él. Me parece que hablo de mi propio universo y de cómo yo no encajo en ninguna parte (ni yo ni nadie).

Mosquis, que negativa me he levantado hoy.

Koke dijo...

Bueno, en el fondo es un mundo que os habéis creado vosotras mismas...y que al final, como bien dices, se escapa a vuestro control...al menos, os cambia (eso puedo probarlo).

Remedios de los Dolores dijo...

Pero... ¿hay alguién que no se cree su propio mundo? Pobrecito ¿no?

Koke dijo...

Bueno, podemos ponernos trascendentales, todos tenemos nuestro propio mundo interior (y exterior), tenemos une visión única de las cosas y sobre todo de las personas (ese es majo, aquel es engreído, aquella es pija...) que no se corresponde con la de nadie más ni, seguro, con la de ellos mismos...pero Cat habla de un universo muy particular y definido...

Cat Ballou dijo...

No sé. Yo juraría que no he hecho nada. Yo sólo pasaba por aquí y...

Remedios de los Dolores dijo...

Me gusta demasiado la polémica y debo contenerme, debo contenerme, debo contenerme, a ver si me contengo... ¡Contención!
Nadie duda de las particularidades del "Universo Cat Ballou" (nada que ver con el "Universo Marvel", por cierto). Lo que a mi me extrañaba era, Koke, tu utilización de la segunda del plural en la conjugación de tus verbos.
Y, por favor, Cat Ballou, no dejes de continuar pasando por acá, aunque algunas y algunos tengamos el atrevimiento de dejar nuestras pintadas.

Koke dijo...

No, yo no me refiero a un Universo Cat...para mí fue el universo Y., S. y V. en su momento...bueno, mejor no hablar de lo evidente, que esto casi parece un foro...:S