Debido a ensoñaciones pasadas, se ha producido un deterioro en las relaciones con arañas, paredes y ásperas lenguas de sapos, hasta no hace mucho aliadas naturales.
Para recomponer la buena comunicación, será preciso usar la diplomacia; reunirse con frecuencia con arañas; hacerse rodear de paredes; ofrecerse jugosa a batracias lenguas espectantes; y como gesto de buena voluntad, tapiar ventanas a utopías para no fomentar nuevos descuidos.
sábado, 29 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario