sábado, 7 de julio de 2007

Ahora o nunca

- He leído tu blog -me dice Carolina sonriente. Carolina tiene veintiocho años, pero su sonrisa, sus ojos azules inocentes y sus rizos dorados dicen que sólo tiene dieciocho. Con todo esto, Carolina es feliz porque no le queda otro remedio, y sonríe como si no tuviera ninguna necesidad de disimularlo. Ahora su sonrisa y sus palabras me aludían y me dejaban sorprendida y expectante.
- Ah... -contesto yo, sin saber muy bien qué decir, tratando de devolver una sonrisa que de ninguna manera va a estar a la altura en franqueza, naturalidad o encanto.
- Escribes muy bien -me dice, apartándose un rizo dorado que le caía sobre la cara. El brillo azul de sus ojos me transporta un par de pasos hacia la osadía. Pongo un poco más de énfasis en imitar su sonrisa y me digo que ahora o nunca. Se supone que mi respuesta a su última frase es gracias y un poco de modestia, pero me propongo ir un paso más allá. Ahora o nunca.
- ¿Va un polvo?
- ¿Perdón?
Mierda. Me ha salido el tiro por la culata. Carolina está ruborizada, yo también un poco. Su cara es de genuína confusión (todo en ella es absolutamente genuíno). Yo que esperaba que nada más escuchar mi ofrecimiento ella se abalanzase sobre mí con toda su espontaneidad, saltasen los botones de las camisas, se perdieran las bragas, se derritiesen los relojes y yo la emprendería a mordiscos con su coñito suave y delicioso... En lugar de todo eso, ella está avergonzada y a punto de salir huyendo.
- ¿Eres... lesbiana? -me pregunta con auténtica sorpresa.
- Puessss... no... sólo un poco -respondo yo. Me pregunto, en primer lugar, el blog de quién habrá leído. Me pregunto, en segundo lugar, si alguna vez me llevaré a alguien a la cama gracias a este blog. Quizás así comenzaría a verle algún sentido. Lo seguiremos intentando.

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