jueves, 28 de junio de 2007

28-J

Cuando llega me mira sonriente, y me da un beso, se me queda mirando un rato y me dice hoy es el día, y yo le digo que sí, que ya sé, y me dice que si celebramos y yo pregunto que cómo, y ella me dice ya sabes.
El caso es que ayer no era el día y también lo hicimos, y lo mismo anteayer, así que pienso que en el fondo no estamos celebrando nada haciendo lo mismo que otras veces. Pero entonces ella abre una botella de vino, y brindamos, ella piensa en esas cosas, yo soy un poco más despreocupada con esos asuntos, vamos que soy un desastre, si por mí fuera seguro que ni celebrábamos ni nada, pero ella es así, y está bien que lo sea. El vino se me sube rápidamente, y noto las piernas flojas, en seguida ella me conducirá al cuarto, y yo le quitaré los zapatos, y ella me dirá que me quiere y yo la desabrocho y ella me despeina y yo la sujeto y ella me descifra y yo nadando y ella invirtiendo y yo prendida y ella lanzada y yo vigilante y ella latente.
Pudo haber sido como otro día cualquiera, sí, pero hoy fue el día, y habrá valido la pena que lo haya sido, por ella. Y es que quizás todos los días son el día, en el fondo, porque es ella quien hace que lo sean.

No hay comentarios: