sábado, 16 de junio de 2007

Y puse Manhattan

La última vez que corté con alguien fue porque dijo:
-A mí es que no me gusta Woody Allen.
LLevábamos a penas un par de semanas tratando de conocernos al margen de las sábanas y esa frase empezaba a dejarme con la convicción de que no quería conocer nada más, y además, con ganas de sangre.
-¿Y se puede saber qué es lo que no te gusta? ¿Qué películas has visto? ¿Has leído alguno de sus libros? ¿No te gusta cómo toca el clarinete?
-No he visto ninguna película suya.
-¿Entonces cómo puedes decir que no te gusta? -dije al borde de la indignación y de la bofetada.
-Es que no he visto ninguna película suya porque no me gusta.
En fin, iba a cortar con ella desde la primera frase, pero el resto de la conversación sirvió para que pudiera hacerlo sin ningún remordimiento.
A la mañana siguiente la eché de mi cama y puse Manhattan.

1 comentario:

PepeDante dijo...

jajaajaja
¡Bien hecho!