domingo, 20 de mayo de 2007

¿Cómo hacer callar a un sapo?

Yo no voy besando sapos por las esquinas en busca de las metamorfosis de los cuentos. Yo tan sólo me tiendo bajo sus lenguas, y cierro los ojos fuertemente, y susurro "calla sapito, y aprieta".
La ilusión de los mil y un suspiros se quiebra en mil silencios que a su vez se fragmentan en inevitables sapismos. Ni yo me he convertido en rana, ni el sapo en azafata.

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