sábado, 26 de mayo de 2007

Presente, pasado y futuro.

Me dice Natalia que le parece muy bien que no me acueste con Juanjo sólo porque él quiera hacerlo. No sé cómo tomarme sus palabras, pero sólo me queda la opción de tomármelas por el camino que a mí me interesa. Lo que yo no le digo a Natalia es que ya me he acostado con Juanjo dos veces en los últimos quince días, y claro, no se lo digo porque en realidad lo que quiero es acostarme con ella, y supongo que si confieso no va a ser muy útil para mis intereses.
De todas maneras, a quien sí que se lo he dicho fue a Ana. Nuestra conversación discurrió por cauces tranquilos, adultos. Se lo tomó con aparente tranquilidad, pero es evidente que todo eso pone un definitivo punto y final a lo nuestro. Es una manera fea de hacerlo, pero supongo que efectiva.
Por lo demás, no crean que esto es un diario. Es que quería ver cómo sonaba esta historia desde la perspectiva del presente y poder compararla con la perspectiva de mañana, si es que algo ha cambiado.

2 comentarios:

PepeDante dijo...

Pues desde la perspectiva del presente suena la mar de divertido, y yo te diría que lo disfrutes mientras puedas. De todas maneras, te recomiendo este poema de Ángel González, que a veces me da la impresión de que tiene respuesta para todo.

Cat Ballou dijo...

No sabes cuánto te agradezco este poema. Ni que hablara de mí, madre mía. Me ha hecho llorar incluso. Muchas gracias. Trataré de pasar por tu blog más a menudo.
Un beso. ***