jueves, 24 de mayo de 2007

Es lo que tiene

El día en que le comuniqué a mi madre que me gustaba más la cajera del supermercado que el simpático profesor particular de mi hermana, me sentí decepcionada. Yo me había preparado para un disgusto inconsolable, un melodrama descomunal, shock traumático, muchas lágrimas e incluso que me enviasen a una terapia de electro-shock, pero no sucedió nada de eso. Lo que es más, mi madre, tan tranquila, me responde que ya lo sabía. Perpleja me deja, madre.
-Pero bueno, mamá, ¿cómo que ya lo sabes?
-Las madres lo sabemos todo.
Ya. Y yo a creerlo. Qué manera de chafarme mi sorpresa. Pero bueno, mi madre acabó por explicarme por qué lo sabía.
-De pequeña, cuando ibas a la guardería, siempre pegabas a los niños.
Ah, claro, eso lo explica todo. Se empieza pegando a los niños en la guardería y el siguiente paso es comer coños en la universidad. Es lo que tiene.

2 comentarios:

PepeDante dijo...

Qué bueno. Un amigo mío cuenta que su madre sospechaba que era gay porque se depilaba el entrecejo.
Buen blog :-)

Cat Ballou dijo...

Sí, los pelillos suelen ser unos delatores. Los de las axilas forzaron a una amiga mía a salir del armario de su casa.