lunes, 28 de mayo de 2007

Estos tíos...

- Qué mal me cae Juanjo - me dice Natalia. Además, noto que lo dice buscando mi complicidad, supongo que le debo decir que a mí también. El caso es que a mí no me cae mal.
- ¿Sí? - pregunto yo, distraídamente. - Bueno...
- Es un capullo- añade ella. - Y un cerdo. No deja de mirarme las tetas.
- Oh, ¿de verdad...? - balbuceo yo, alzando mi mirada, que se había perdido una vez más en las tetas de Natalia. - Estos tíos...
Natalia me sonríe, y sus ojos me acogen, casi me abrazan, retienen a los míos durante un instante, hasta que en el menor descuido, regresan a sus tetas. Qué cerdo el Juanjo.

1 comentario:

Don Serafín dijo...

Una vez un amigo mío y yo hicimos la siguiente prueba: nos imaginamos que yo era una tía con unas buenas tetas (pongamos que como las de Natalia) y él intentaba mirarme a las tetas disimuladamente. Yo debía de avisarlo cada vez que lo pillase asomándose a mi escote imaginario. Paramos de contar cuando llevábamos más de 20 veces en menos de 3 minutos.
Así que, o disimulas mucho mejor que mi amigo, o Natalia sabe perfectamente que te encantan sus tetas y no te dice nada porque, probablemente, esa idea le agrade sumamente.