Exploro tu cuerpo
como una astronauta demente,
sin poder tocar membranas sensibles,
sin pisar tanta mina anti-lesbiana.
Tras haber nadado toda la noche,
la gravedad se ha vuelto espesa,
y yo, con escamas en el vientre,
regreso a casa recogiendo los trozos de carbón
que alguna vez fueron mis labios.
miércoles, 23 de mayo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario